En el Vision Center trabajé en dos áreas: en las pruebas preliminares y en el cuarto de lentes de contactos. Para poder realizar las pruebas preliminares tuve que coger un entrenamiento. Las pruebas preliminares son: la autorefracción computarizada, campo visual computarizado y las presiones de los ojos. En el cuarto de las pruebas preliminares cuando llegaba un paciente a realizarse esas pruebas, yo las llevaba a cabo en presencia de la doctora. En el cuarto de lentes de contacto le daba entrenamiento a los pacientes nuevos de lentes de contactos. Los enseñaba a como ponerse el lente, a como quitarse el lente, limpiarlo y guardarlo. Les hacía recomendacioes de cual color de lente le favorecía a su físico.También me ocupaba que los lentes de contacto estuvieran ordenados.
Las dificultades que tuve en mi labor comunitaria fue aprender a realizar las pruebas preliminares, aunque terminé siendo una experta. Lo más difícil fue tomar las presiones de los ojos porque ya los pacientes saben que la máquina les sopla aire en los ojos y se echaban para atrás. Otra dificultad que tuve nuevamente fue mi edad y tenía que estar acompañada por un adulto para llevar a cabo mi apostolado.
La satisfacción que me produjo mi labor comunitaria fue grande ya que me hizo sentir valerosa, importante y útil para los pacientes que allí atendí. Me dio mucha alegría poder ayudar a muchos pacientes que no sabían ponerse lentes de contacto, enseñarlos a utilizarlos y ayudarlos en el cuidado de su salud visual. Este trabajo comunitario para mí fue de gran valor porque me ayudó a comprender que los ojos no solo son el reflejo del alma, también son el reflejo de la salud.
Las dificultades que tuve en mi labor comunitaria fue aprender a realizar las pruebas preliminares, aunque terminé siendo una experta. Lo más difícil fue tomar las presiones de los ojos porque ya los pacientes saben que la máquina les sopla aire en los ojos y se echaban para atrás. Otra dificultad que tuve nuevamente fue mi edad y tenía que estar acompañada por un adulto para llevar a cabo mi apostolado.
La satisfacción que me produjo mi labor comunitaria fue grande ya que me hizo sentir valerosa, importante y útil para los pacientes que allí atendí. Me dio mucha alegría poder ayudar a muchos pacientes que no sabían ponerse lentes de contacto, enseñarlos a utilizarlos y ayudarlos en el cuidado de su salud visual. Este trabajo comunitario para mí fue de gran valor porque me ayudó a comprender que los ojos no solo son el reflejo del alma, también son el reflejo de la salud.
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